lunes, 5 de marzo de 2012
Anzuelos, anclas y pescadores
«Quien ofrezca un sacrificio pacífico, si lo ofreciera de ganado; mayor, macho o hembra sin defecto, lo ofrecerá a Yahvé. Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará a la entrada de el tabernáculo; y los sacerdotes, hijos de Arón, derramarán la sangre en torno del altar. De este sacrificio se ofrecerá a Yahvé en combustión el sebo y cuanto envuelve las entrañas y cuanto hay sobre ellas, los dos riñones y los lomos y el que hay en el hígado sobre los riñones...»
(Lev. 3, 1 y sig.).
Anzuelos, anclas y pescadores
¿Será que para el Dios creador, le es necesario y justo intervenir en las venganzas, luchas envidias de los hombres? ¿Es un vengador que acaso con un padre nuestro, un salmo o u conjuro mágico nos da la voluntad de colaborar con el caos que va en contra del orden de vivir en comunidad entre iguales en justicia? ¿El reacciona como un robot al que tomamos de la barba para satisfacer nuestros caprichos, mientras nos envolvemos en un antifaz religioso con una falsa moral que alega poseer su favoritismo exclusivo? Me parece que nosotros los humanos nos respondimos solos esa pregunta.
Vírgenes, ovnis, Mesías, dioses o como se les llame., se aparecen súbitamente en un lugar y momento especifico no por obra de milagro, que seria algo como un accidente cósmico, ¡no!….mas bien son obras intencionalmente hechas por entidades causales. Muchas de las carnadas con un poder magnético de atracción a la atención de los creyentes, contactados, devotos, iniciados, profetas y pare de contar., son en definitiva, ciertas apariciones envueltas en un alo de misterio.
La humanidad durante siglos ha obedecido a los designios de entidades que se revelan como de orden superior, trasmitiendo a estas personas que son “especiales”, o les hacen sentir que lo son llamándolos elegidos, iluminados santos, etc.… con un mensaje y que en muchos de los casos se debe trasmitir con urgencia, tales casos se caracterizan por una misión de salvación, aunque existen otros llamados apocalípticos que cierran a un grupo de adeptos herméticamente en una secta donde estos están dispuestos a sacrificarse de forma ritual en espera de una salvación exclusiva, por otro lado otros fanáticos realizan ataques suicidas con bombas con la convicción de que tendrían su lugar en el paraíso prometido por su acto de fé.
Salvador Freixedo en su libro “Defendámonos de los dioses” comenta sobre los videntes que han contactado estas entidades que se revelan generalmente de orden divino con el siguiente comentario:
“Muchos de estos videntes no sólo ven, sino que también oyen, palpan y perciben olores de los misteriosos visitantes. A veces incluso reciben, salidos de la nada, objetos que les son entregados. Como algo sospechoso, tendremos que añadir que con gran frecuencia ciertos detalles a primera vista insignificantes, se repiten en apariciones de muy diverso tipo: los videntes suelen estar orando o por lo menos, retirados; no es raro que estén ensimismados, en un estado de semisomnolencia, tumbados en la cama o recostados en el campo; muchas veces la visión ha tenido lugar en una cueva, cerca del agua o encima de algún arbusto, apareciéndose el ser repetidamente y en fechas periódicas previamente fijadas.” Pág.: 33
Estas misiones mesiánicas, buscan rodear, amoldar, adoctrinar, y por decirlo así “darle dones que hagan semejantes a los dioses”, a un grupo de fieles seleccionados por la presunta divinidad, que busca en un grupo pequeño o secta tenerlos herméticamente controlados, mezclando teorías apocalípticas, de misticismos, mezclas de diversas creencias, religiones, supersticiones y una filosofía bien diseñada que crearan un laberinto donde los fieles irán a ciegas, siempre sugestionados a el devenir de las revelaciones de su supuesta divinidad, y sus sacerdotes, que siempre ejecutaran un programa de adoctrinamiento a través de medios impresos, audiovisual, y sus discursos en las reuniones. Basados naturalmente todas estas sectas en dogmas indiscutibles, e infalibles como el Síllabus que una vez impuso un sacerdote católico.
¡DEFENDÁMONOS DE LOS DIOSES! Salvador Freixedo EDITORIAL POSADA© 1984, Editorial Algar, S.A.
El homosapiens ha sido controlado en el pasar de los siglos, sin rumbo, las entidades anónimas manipuladoras han sido centinelas de su propósito, en donde el bien y el mal como tal, son una ilusión, por que son complejos creados para separarnos y odiarnos, y a la vez vivir en el miedo. Por decirlo así a un cristiano no le gustaría que le hablen mal acerca de Jesús, igualmente a un creyente del Islam no le gustaría que hagan un comentario negativo de Mahoma, y esto es solo en el aspecto religioso, hay muchos enganches negativos en el lenguaje local, de un país o mundial que terminan creando conflictos, y hasta guerras.
Decía Abraham Lincoln “divide y reinaras”. Parece que esta estrategia de poder ha funcionado muy bien en los momentos cumbres en que las poblaciones han estado en fase de construcción de su evolución como grupo social, a imitación del dios judío Jehová cuando los hombres se unieron para construir la torre de Babel. En consiguiente estas “oportunas decisiones por la paz” no son mas que momentos claves para realizar negocios. David Icke en su libro “amor infinito es la única verdad, todo lo demás es ilusión” comenta: “El camino a la libertad y la Unidad no es crear polaridades sino abarcarlas. Cuando la gente me pregunta como me describo digo., soy y no soy., soy todo y nada y estoy en todas partes y en ninguna parte., soy toda posibilidad y ninguna.” Pág.: 159
Según William Bramley en su libro “Los Dioses del edén” (1993)
“Cualquiera que desarrolle exitosamente una ciencia funcional del espíritu tendría obviamente una demanda legítima al título de “Mesías” en el sentido de “maestro”. No hay nada místico o apocalíptico sobre esto: una persona hace algunos descubrimientos y los comparte. Si este conocimiento se vuelve extensamente conocido y resulta en una ampliamente extendida salvación espiritual, entonces entramos en el reino del “libertador” o “Mesías profetizado”. Cómo identificamos a tal libertador cuándo existen tantas diferentes profecías con tantas maneras de interpretarlas? Pág.: 124
La respuesta es simple: El supuesto libertador debe tener éxito. Esa persona debe ganar el título; no es otorgado por Dios…
Ésta es una manera muy fría e inflexible de mirarlo. Despoja de toda la magia y el misticismo normalmente asociado con la profecía mesiánica. Obliga a cualquier persona que exigiría el título de Mesías realmente provocar paz y salvación espiritual, porque tal profecía no va a ser cumplida a menos que alguien cause que se cumpla. Esto compele al supuesto libertador a superar obstáculos aplastantes que actúan totalmente en contra estas metas universales. Ésta es una de las tareas menos envidiables que cualquiera pudiera esperar emprender alguna vez. Nosotros sólo necesitamos mirar a los pasados “libertadores” para apreciar el furo y largo camino que tal persona debe recorrer.”
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